miércoles, 14 de octubre de 2009

El Tour de Francia 2010 parte de Rotterdam el 3 de julio

El Tour de Francia de 2010 se jugará en los Pirineos, el macizo que concentrará la máxima dificultad de una edición que celebrará el centenario del primer paso por sus carreteras y que tendrá al Tourmalet como juez de la carrera, que lo ascenderá en dos ocasiones.

El recorrido, desvelado por los organizadores, comenzará en Rotterdam el 3 de julio, tendrá más montaña que en la pasada edición y menos kilómetros contrarreloj, una disciplina en la que no habrá cronometrada por equipos.

Christian Prudhomme
"Es algo más duro que el año pasado, pero estamos en la media de los últimos años"
En total, los ciclistas deberán de completar 3.596 kilómetros repartidos en 20 y con dos jornadas de descanso, antes de la llegada a los Campos Elíseos el 25 de julio. Con el ascenso de 23 puertos, frente a los 20 del año pasado, de los cuales cinco serán meta, la montaña será el plato fuerte de la edición.

"Es algo más duro que el año pasado, pero estamos en la media de los últimos años", afirmó el director de la prueba, Christian Prudhomme. El patrón del Tour negó que con este recorrido se haya querido favorecer al ganador de la última edición, Alberto Contador, frente a su previsible principal rival, el estadounidense Lance Armstrong. "Si hay menos contrarreloj es para romper el guión de los últimos años", aseguró el director de competición, Jean-François Pecheux.

Los organizadores han querido hacer un guiño a los Pirineos para celebrar el centenario de su primer paso, por lo que ese macizo, que se afrontará en la última semana de carrera, concentrará la principal dificultad. Cuatro etapas pirenaicas, con dos pasos por el Tourmalet.

Habrá cuatro etapas pirenaicas con dos pasos por el Tourmalet
A tres días de la llegada a París el pelotón llegará a la cima del Tourmalet, algo que sólo se ha hecho en una ocasión, en los años 70 y que marcará el momento culminante del Tour de 2010. Será una etapa mítica, con el ascenso de la Marie-Blanque y de Soulor, en una edición en la que los organizadores han querido subir a todas las cimas que se ascendieron en 1910.

La única contrarreloj larga se vivirá la víspera del final, 51 kilómetros entre los viñedos bordoleses. Será el único ejercicio cronometrado junto con el prólogo de ocho kilómetros que lanzará la edición en la localidad holandesa de Rotterdam.

La primera semana estará marcada por los trazados sobre adoquines, que los organizadores han tomado prestados a las clásicas de la primavera, desde la París-Roubaix a la Lieja-Bastoña-Lieja, pasando por el Tour de Flandes.

Con el peligro que suponen los "pavés" el Tour espera dar picante a la primera semana, en la que también se bordeará el mar del Norte, lo que abre la puerta a los abanicos.
A continuación se afrontará el macizo del Jura antes de poner rumbo a los Alpes no sin antes afrontar el macizo Central, antesala de los Pirineos.